Seguro que ahora que ha llegado el buen tiempo muchos de vosotros ya habéis empezado a buscar protectores solares y quizás incluso hayáis oído a hablar sobre los tipos de filtros que pueden tener (químico o físico).
Por eso des de Carelia queremos explicaros la diferencia entre una protección solar con filtro químico y otra con filtro físico para que podáis cuidar la piel de toda la familia sin preocupaciones ❤️.
¿Empezamos?
Los filtros solares químicos son aquellos que penetran en la piel y lo que hacen es absorber la energía UV convirtiéndola en calor.
Los filtros solares físicos, al contrario, son como un espejo, por lo que lo que hacen es reflejar la radiación del sol lejos de la piel. Sería parecido a esta foto ->
Ahora que ya sabemos la diferencia entre cómo actúa un protector solar con filtro físico y filtro químico, vamos a hablar de sus ingredientes:
El protector químico combina ingredientes como oxybenzone, octinoxate/ethylhexyl methoxycinnamate, homosalate, octisalate o octocrylene.
El protector solar mineral (físico) combina el dióxido de titanio y el óxido de zinc. Ambas son sustancias minerales, que no contaminan el medio ambiente si no tienen un tamaño nano. Además, como son filtros que tienen un “efecto pantalla”, son inofensivos para la piel y no causan alergias.
Desde Carelia os recomendamos usar protectores solares con filtros físicos porqué además de no causar alergias, son adecuados para aquellas personas con piel sensible o tendencia a la dermatitis y por supuesto, ¡también para los más pequeños de la casa!
Su efecto es inmediato y no es necesario aplicar minutos antes de la exposición al sol como en el caso de los filtros químicos.
Por eso en Carelia hemos apostado por crear un Protector Solar SPF 50 con filtros físicos, perfecto para toda la familia, respetuoso con el medio ambiente y con la piel y, además, el mejor aliado para las personas con la piel sensible o atópica, que es adecuado para cualquier edad. ¡No se puede pedir más!
☀️ ¡Consejo extra! ☀️
Este no ha sido una entrada de buen tiempo normal y los expertos nos han recomendado que aumentemos nuestra exposición al sol para aumentar nuestra producción de vitamina D. Nuestro cuerpo produce vitamina D, pero solo cuando lo exponemos directamente al sol.
Por eso es tan importante que, aunque tengamos nuestros ratos al aire libre reducidos, podamos tomar el sol un poquito, aunque sea des de nuestro balcón, ventana, terraza… Y así ayudemos a nuestro cuerpo a producir esa vitamina D. ¡Eso sí, siempre con precaución para que el sol siga siendo nuestro mejor aliado este verano!
