Los bebés recién nacidos tienen muy poca agudeza visual, aproximadamente un 20 % de la visión adulta. Solo perciben de forma muy borrosa los objetos y las personas de su entorno.
Aunque sus ojos están totalmente desarrollados no será hasta el año cuando tengan una visión total. La zona central de su retina es inmadura y necesitará este tiempo para alcanzar la misma visión que un adulto.
Desarrollo de la visión del bebé
Una de las primeras visiones que el recién nacido puede interpretar es la cara de la madre. Asocia este rostro a sensaciones placenteras y lo relaciona directamente con su alimento. Acercar tu cara al bebé mientras le hablas y le acaricias será una experiencia muy valiosa que le trasmitirá sensación de seguridad.
A partir de las dos semanas
Tu bebé comienza a percibir los objetos y fija la vista en elementos luminosos y en movimiento, aunque durante cortos espacios de tiempo. Todavía no tiene un control absoluto de los músculos oculares, lo que le hace bizquear con frecuencia.
A partir de los dos meses
La capacidad visual sigue evolucionando y ya puede distinguir algunos colores primarios. Sigue el movimiento de tu cara y la busca si le hablas.
A partir de los cinco meses
Reconoce las caras familiares más cercanas, como padres y hermanos. Empieza a buscar con la mirada y disfruta con los juegos como el cu-cus-trás.
Cómo estimular la visión de tu bebé
Durante las primeras semanas de vida la mejor estimulación visual de tu bebé será tu propia cara. Cuando le hables y le cantes hazlo siempre de forma que pueda mirarte.
A medida que crece puedes jugar con él utilizando objetos de colores brillantes o luminosos, para que mueva los ojos y aprenda a controlar los músculos de los ojos.
Los bebés nacen con una visión muy precaria que se irá desarrollando normalmente hasta el año de vida.