Los ingredientes naturales de origen vegetal son más afines a la estructura de nuestra piel.
Al evitar el uso de parafinas u otros derivados del petróleo no se taponan los poros y permite que la piel respire y absorba las sustancias beneficiosas.
Las células vegetales y células de la piel humana son muy similares entre sí, por lo que la piel puede integrar fácilmente las sustancias vegetales activas en los procesos de nuestro metabolismo aportando hidratación en las capas más profundas.
Se estimula la capacidad regeneradora devolviéndole su equilibrio natural, fortaleciendo y mejorando las funciones dérmicas. Resulta más efectiva y reduce al mínimo el riesgo de reacciones alérgicas.